Este solo de danza interpretado por la bailarina Alejandra Balboa, hace un viaje metafórico alrededor de la fragilidad de la existencia humana.
La pieza busca la esencia común a esta fragilidad, más allá de las apariencias.
Es una propuesta radical en tanto en cuanto busca la raíz desnuda del acontecer.
Alejándose de los adornos anecdóticos de los acontecimientos.
El cuerpo como protagonista y el movimiento como vehículo para encarnar lo mortal, lo
vulnerable, los deseos, el eterno retorno.
Lo circular y pendular como hilo conductor de las dinámicas espaciales.
La fragmentación y transformación de un cuerpo que se mueve entre la voluntad y el devenir.
Ficha artística
Dirección y coreografía: Nuria Sotelo.
Intérprete: Alejandra Balboa.
Creación: Nuria Soyelo, Beatriz Palenzuela, Rafael De La Lastra.
Asistentes de coreografía: Alejandra Balboa, Beatriz Palenzuela, Rafael De La Lastra.
Colaboración: Mónica García, Nacho Cárcaba, Elisa Medina Hudgins.
Espacio sonoro: Mounqup.
Diseño Iluminación: Del Ruiz
Fotografía: Rubén Vilanova.
Vídeo: Carlota Mosquera, Rubén Vilanova.
Diseño gráfico: Diego Blanco.